sábado, 29 de diciembre de 2007

EL SUTEP Y EL FRACASO ESCOLAR EN EL PERÚ

En el último ránking de competitividad del World Economic Forum, se da cuenta de la mala educación que reciben los niños y jóvenes del Perú que no pueden pagarse una educación en un colegio privado. Los medios de comunicación y el gobierno señalan al Sutep como el principal responsable.

Estamos plenamente de acuerdo, siempre que se entienda por Sutep a la costra de Patria Roja que se ha enquistado en la dirigencia del sindicato de profesores, desde su fundación. La mayoría de educadores son personas preocupadas por hacer bien su trabajo, que se entristece con los malos resultados y que diariamente saca fuerzas de flaquezas para intentar educar mejor a pesar de las condiciones difíciles en un país que sufre la acometida salvaje del neoliberalismo desde hace ya casi dos décadas.

El Sutep, Patria Roja y la Derrama Magisterial. Es que la dirigencia del Sutep contó con el apoyo de los gobiernos anteriores y del presente. Tanto es así que ellos crearon y mantienen vigente la Derrama Magisterial, fuente de financiamiento de Patria Roja, a costa de los magros sueldos de los profesores. Por eso es que todavía sobrevive ese grupo político únicamente en el magisterio. Esto ha sido muy evidente en la última huelga magisterial del año 2007.

Cuando se aproximaba el 28 de julio y el gobierno necesitaba calma social, amenazó a los dirigentes de Patria Roja con quitarles la gallina de los huevos de oro: la Derrama Magisterial (modificando el estatuto, promoviendo la libre afiliación y desafiliación, dando nuevas reglas para la conformación del Directorio, publicando las posesiones de los dirigentes, etc.). El resultado de esta amenaza fue que esos dirigentes levantaron la huelga inmediatamente, a pesar de que la gran mayoría de los educadores querían seguir en la lucha.

Patria Roja existe porque tiene conectado el respirador cardiopulmonar de la Derrama Magisterial que los gobiernos le mantienen. El sistema educativo peruano requiere de la acción integral y enérgica del Estado y la sociedad civil para permitir y apoyar la reforma del Sutep y de la Derrama Magisterial a fin de que sean dirigidos por verdaderos educadores y no por ese grupo de personas que ya han usufructuado bastante ambas instituciones.

La acción integral y enérgica del Estado y la sociedad civil incluye aumentar el presupuesto para el sector educación, conforme los estándares internacionales, asegurando que ese dinero no termine en las cuentas bancarias de malos funcionarios o sus ONGs, sino en las mismas escuelas.
¿Se puede mejorar la educación maltratando a los profesores? Aún cuando falta señalar otras medidas, no puede dejar de subrayarse una cuestión elemental: Ninguna reforma del sistema educativo tendrá buenos resultados si se hace en contra o a pesar de los profesores, pues son ellos los que convertirán la teoría en realidad, las intenciones en resultados, las propuestas en hechos.

El Estado, la sociedad civil, los medios de comunicados (Freire) y Alan García deben comprender que teniendo al profesor como aliado de las reformas educativas, los resultados están garantizados. El gobierno actual se equivoca al creer que teniendo agarrada de los bolsillos a la dirigencia del Sutep (Patria Roja), aliándose con ella, ya tiene controlados a los educadores. Se equivoca de cabo a rabo. En la siguiente huelga (evidente, por la aplicación de la Ley de CPM), esa dirigencia será espectorada del magisterio, ya que para no perder el control de la Derrama Magisterial, traicionará una vez más a sus bases.

La alianza Patria Roja con el Apra huele a corrupción. Para el gobierno, esta lucha interna del Sutep parece provechosa, pues teniendo a los maestros en luchas intestinas cree que podrá implementar cambios neoliberales. Se equivoca, porque parte del supuesto de que se puede hacer reformas a espaldas o en contra de los maestros. El sentido común, la historia y las experiencias de otros países nos dicen la falsedad de tal supuesto.
Esto, en el caso de que la intención de la Carrera Pública Magisterial sea mejorar el servicio educativo. Si la intención es sólo reducir el presupuesto destinado al sector educación, eliminar la estabilidad laboral y abrir las puertas para que las escuelas sea refugio de malos profesionales de otras carreras -no podría ser de otra manera por cuanto ningún buen profesional trabajaría con 45 niños para recibir mil soles al mes-, entonces mantendrá su alianza nocturna con la dirigencia de Patria Roja y en contra de los educadores de aula.

Sería mejor escuchar las propuestas de los educadores, construir con ellos una verdadera Carrera Magisterial , establecer un sistema de capacitación permanente, apoyarlos en la reforma del Sutep y la eliminación de la Derrama Magisterial devolviendo el dinero a sus propietarios, establecer un salario digno reajustable conforme al costo de vida, permitir a los mejores el acceso a cargos en el Ministerio de Educación y órganos descentralizados, cerrar los institutos y universidades que dan pésima formación y que prácticamente venden títulos de profesor.

Si el Apra y el Presidente Alán García quieren que la historia los recuerde, no solo por la desastrosa gestión del quinquenio 85 – 90, sino por impulsar, en su actual gestión, verdaderas mejoras en la educación, condición para que el TLC pueda tener efectos favorables, debe aliarse a los educadores de escuela, a los profesores de aula y no a la dirigencia de Patria Roja. Puede ser que esta última le reporte resultados positivos en el muy breve plazo, pero en el largo plazo, el fracaso de las reformas educativas le cobrará caro ese error. El Apra y Alan García se perderán la única oportunidad de disminuir el saldo negativo de sus gestiones.