domingo, 20 de julio de 2008

¿POR QUÉ LOS PROFESORES NOMBRADOS NO QUIEREN PASAR A LA CARRERA PUBLICA MAGISTERIAL?

1. Porque no mejorará la educación de los peruanos.
Los sucesivos gobiernos no han hecho nada por mejorar alguno de los factores que determinan la calidad de la educación, a pesar de que están señalados explícitamente en la Ley de Educación vigente. Y la ley de Carrera Pública Magisterial (CPM) que condena a la mayoría de profesores a vivir en la miseria empeorará la situación de los profesores, como se verá en lo que sigue.

2. La CPM promueve el individualismo, el egoísmo y la competencia pérfida. (Recuerde las series de televisión "El desafío del Inca" para que tenga una idea clara de lo que busca la CPM). Como no todos los docentes podrán ascender al quinto nivel (5% de plazas) ya que la mayoría está condenada a salarios indígnos, en cada institución educativa se desatará la competencia pérfida por cuanto en la CPM es condición para que un profesor ascienda que sus colegas fracasen. En esa circunstancia, no habrá la necesaria colaboración en la construcción colectiva de aprendizajes o proyectos, ni la difusión de experiencias. La gestión pedagógica se convertirá en el arbitraje del canibalismo. El CONEI se convertirá en el centro de los juegos de poder y de influencias; la corrupción, el amigismo, el tráfico de influencias y el soborno por un voto serán el pan del día.

3. La CPM congela a perpetuidad los salarios, condenando a la mayoría de profesores a vivir con mil soles.
Esto es así bajo la ilógica idea de que si un profesor quiere ganar un salario justo, entonces debe pasar por encima de sus colegas para acceder a los niveles superiores de la CPM. Lo ilógico e injusto radica en que no todos podrán ascender. La pirámide definida por los cupos cada vez más reducidos de los niveles superiores, condenan al grueso de los profesores al primer nivel, ganando mil soles sin importar lo bien que trabajen ni los méritos, estudios o investigaciones que tengan. Y para los poquitos (5%) que lleguen al 5º nivel en el año 2029 (si todos los gobiernos cumplen con las convocatorias) tampoco es la gran cosa: ganarán aproximadamente dos mil soles. Para el año 2029 ¿cuánto habrán subido los artículos de primera necesidad? Aún ahora, dos mil soles no cubre la canasta básica.

4. Porque obliga a tener dos trabajos (y por tanto, a improvisar).
Los profesores que trabajan según la ley del profesorado, trabajan en otra institución educativa o alternan su jornada con algún negocio u otro trabajo independiente completando así los salarios míseros que percibe del Estado (dejando de planificar, coordinar y evaluar). Como la CPM condena a la gran mayoría al primer nivel obliga a trabajar en dos instituciones y consecuentemente a improvisar y repetir todos los años las mismas clases en los mismos grados. Así la educación sigue destinada al fracaso.

5. Porque el nombramiento será relativo.
La CPM establece dos tipos de evaluación: para ascenso de nivel y para permanecer en ella. Los profesores que desaprueben las evaluaciones serán despedidos; sus títulos, en la práctica, cancelados porque no podrán ejercer su profesión en ninguna otra institución, estatal o privada (si no lo cree, lea la ley 29062). Lo correcto sería que si los titulados por el instituto "Vende títulos" desaprueban las evaluaciones, ese instituto debería ser clausurado y sus promotores enjuiciados. Pero, esto no ocurrirá porque los dueños de esos institutos son las mismas personas que aprobaron la ley de la CPM.


6. Porque la meritocracia es una ficción.
La meritocracia consiste en promover el ascenso de los mejores educadores a altos cargos en el Ministerio de Educación o sus dependencias estableciendo previamente un salario justo y digno para todos los profesores. Sin embargo, en el Perú se tergiversa la meritocracia convirtiéndola en una competencia de sobrevivencia (5% con salarios tolerables y el resto con salarios de hambre).
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7.Porque no hay muestras de una voluntad real de mejorar la condición de los educadores.
En el Perú, la historia y la cotidianeidad han demostrado que la afirmación “hecha la ley, hecha la trampa” es superior a la Constitución. La ley de la CPM establece la disponibilidad presupuestaria como condición, entre otras, para convocar a concurso para ascenso de nivel. ¿Quién puede garantizar que el próximo año o el siguiente, simplemente no haya convocatoria, por falta de presupuesto o porque falte algún reglamento del SINEACE o cualquier otro pretexto?

8. Porque la CPM no garantiza un incremento salarial.
Actualmente el salario de un contratado en la CPM es aproximadamente 870 soles, mientras que el de los profesores pertenecientes a la antigua ley, es de mil cien soles. Tomando en cuenta la inflación, aun cuando accediera a otros niveles de la CPM, el tiempo de permanencia mínimo en cada nivel que es de por lo menos tres años, hará que los aumentos sean más insignificantes de lo que ya son de por sí. No existe la esperanza de un mejor salario puesto que no solo no ganarán más, sino que las esperanzas de un aumento de su salario deberá esperar ocho condiciones que deben cumplirse simultaneamente para que el educador pueda mejorar:
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1. que el gobierno convoque a concurso para ascenso,
2.que haya presupuesto,
3.que hayan pasado todos los exámenes para despido,
4.que hayan aprobado los exámenes para ascenso,
5.que hayan ganado a otros postulantes (es un concurso, no un ascenso),
6.que haya plazas disponibles,
7.que no tengas enfermedades profesionales, y
8.que el CONEI le apoye.
9. La aplicación de la CPM tiene por finalidad debilitar la unidad del magisterio.
El gobierno tiene la esperanza de que los profesores, engatuzados con la propaganda engañoza de la nueva escala salarial, se presenten al concurso de incorporación a la CPM. Tienen fe en que un número relativamente grande de postulantes deslegitimará las acciones judiciales que vienen desarrollando el Colegio de Profesores y el SUTE.
10. La CPM convierte la evaluación en un procedimiento coercitivo.
La finalidad de toda evaluación es el mejoramiento de los procesos. La CMP ha convertido este proceso pedagógico en un mecanismo para despedir a los profesores menos aptos. Los correcto sería que el instituto o universidad que otorgó el título al profesor desaprobado y despedido le pague una indemnización por la estafa. El Estado no debería gastar en capacitaciones de los desaprobados sino obligar a esas instituciones a que los forme, capacite y actualice.
Así amigo lector, los educadores nombrados no quieren pasar a la Carrera Pública Magisterial porque no mejorará la educación de los peruanos ya que no garantiza un salario digno permanente (la tabla tan publicitada solo es vigente el año 2009 y solo para el 6% de las plazas existentes), porque la CPM promueve la competencia pérfida y el individualismo, porque no hay muestras de una real intención de mejorar sus condiciones económicas, porque no existe verdadera meritocracia, porque convertirá sus nombramientos en contratos, porque promueve la improvisación al obligarlos a seguir teniendo dos trabajos, porque condena a la gran mayoría de educadores (niveles inferiores de la CPM) a salarios de hambre, porque desnaturaliza la evaluación de desempeño y porque los educadores están conscientes que la CPM es una embestida político-social, más que una iniciativa educativa.